Aleida Asuaje Recibe Placa de Reconocimiento

Aleida Asuaje Recibe Placa de Reconocimiento
Dia del Reportero Gráfico

miércoles, 4 de abril de 2012


Josué Campos, maestro de fotógrafos 
y leyenda del fotoperiodismo portugueseño

La mirada sabia de uno de las más grandes
reporteros gráficos de Portuguesa
Josué Campos
  Mario Manzanares
 Nace en la hermana república de Colombia hace ya varios lustros de donde huye a muy temprana edad a causa de la guerrilla a la que le juega una camonina y escapa  estando reclutado y llega a Táchira por los caminos verdes. Ya en tierras tachirense busca a hermana que residía allí le cuenta lo sucedido y se queda trabajando a destajo o de toredo.
Allí hace de todo para ganarse la vida. Un buen día le dice a su hermana que él se iba para Caracas, donde suponía que habían más oportunidades de trabajo para él y se marcha. Al llegar a Caracas busca una residencia y se hospeda, en el lugar había muchos estudiantes residenciados.
En Caracas comenzó a buscar trabajo y consiguió como ayudante de un fotógrafo al que le cargaba el pesado equipo y una maleta llena de placas, así comenzó Josué Campos en el mundo de lo que sería años después su gran pasión la fotografía. En este trabajo con su jefe le iba enseñando el oficio con la finalidad de sacarle más provecho a su trabajo. Un día le entrega la pesada Leica para que hiciera unas tomas y se sorprendió al ver que el portento de muchacho ya lograba captar buenas imágenes y de paso se dio cuenta que tenía buen ojo para ello y le aumenta el sueldo para que también lo ayudara a tomar fotografía; ya comenzaba a dar los pasos que lo llevarían a convertirse en fotógrafo profesional.
Trabajo en el periódico Ultimas Noticias donde le pagaban por fotografía publicada ya que no era fotógrafo fijo. Así duro varios años y matando tigre en las grandes veladas sociales capitalinas donde se veían los lamparazos de los flash en las oscuras noches caraqueñas.
Por cosas del destino y por una mala jugada de un estudiante cayó preso por la Seguridad Nacional, gracias a un periódico de izquierda que consiguieron debajo de su colchón de la cama donde el dormía y le echaron el muerto a él. Varios meses estuvo metido en los fríos calabozos de la SN, donde sufrió en carne propia la crueldad y los maltratos físicos a los que eran expuesto los presos políticos de esa época de dictadura venezolana, la perejimenista que desde el 48 hasta el 58 gobernó a ultranza a Venezuela.
Gracias a las diligencia de un amigo pudo salir en libertad, más desgarbado  de lo que era, los pantalones se le caían de lo flaco que estaba por la falta de comida a tiempo y a los castigos a los que fue exigido.  Antes de salir fue amenazado por los agentes de seguridad del estado, que si decía algo de lo que le habían hecho lo buscarían nuevamente y lo deportarían con los pies para adelante a Colombia. Se fue sin mirar atrás, cogió lo poco que le dieron y camino sin rumbo por Caracas, las personas de daban plata como si fuera un limosnero, pero la vestimenta así lo hacía parecer. Las ayudas las  agarraba con lágrimas en sus ojos, al ver la bondad de sus coterráneos. Comió y se fue a la residencia a buscar lo que allí le había quedado y se regresó a San Cristóbal.
Josué Hernando Campos
La faceta que nadie conocía de Campos, ciclista
en sus ratos de ocio, con Nicolás Valderrama
Estando en tierras tachirense ya con una nueva profesión a media aún le faltaba aprender mucho, también hizo de jefe de gira de un artista vocalista al que le conseguía contrato, Campos es un habilidoso a la hora de hablar y de esa forma logro que este popular cantante se ganara unos churupos y él también ganaba.
Le pico el pie nuevamente y se traslada a Portuguesa donde llega en el 59. Conoce al fotógrafo Giménez quien lo contrata como muchacho de limpieza, pero poco a poco se fue ganando la confianza del jefe hasta que logra convencerlo de sus habilidades con la cámara y le da la confianza de ser fotógrafo. Así comienza Campos otra faceta de su larga trayectoria, comienza a ser laboratorista de Giménez, se quedaba en el estudio hasta la madrugada copiando fotos para los clientes del día siguiente buscaban.
Más tarde dejaría a Giménez y se uniría a Jaime Vargas como socio donde trabajaron y abrieron un negocio de fotografía e Guanare hasta que un día paso algo que ha Campo no le gusto de Vargas y concluyo su sociedad.
Estando en Guanare conoció al fotógrafo de la gobernación Aponte al que se hizo amigo y este le ayudo para que trabajara por contrato con este ente gubernamental.
El gobernador para ese entonces Juan Pedro Del Moral lo contrato y lo hizo su fotógrafo de día a día, viajo por todo el estado y hasta una exposición logro hacer de todas las maravillas que el estado posee y que no eran conocidas, varios de esos trabajos murales fotográficos aún reposan en las paredes de las diferentes direcciones de la gobernación, el legado que Campos dejo para la posteridad.
El colega Josué Campos
Al marcharse Del Moral, Josué Campos fue contratado por el nuevo gobernante Asdrúbal Monsalve quien le hablo claro de lo que se quería con su trabajo, cuando hubo cambio de gobierno nuevamente ya en los años 70, ve la oportunidad única de ingresar en el naciente periódico Ultima Hora que nace en 1973 y la sede se ubicaba cerca de la avenida Las Lágrimas. Se apersona en las oficinas hace la solicitud y a la semana ya estaba trabajando como reportero gráfico del primer diario de Portuguesa.
En esta nueva faceta de Campos haría del reporterismo grafico su profesión definitiva, ya salía a la calle a buscar noticias y a medida que pasaba el tiempo la experiencia se iba acumulando y Josué se encamino y encariño con la fuente policial a la que hizo suya por muchos años, claro está también hizo otras fuentes y trabajo con grandes periodistas y destapo varias ollas como se dice en el argot periodístico, a los casos que nadie quería tocar, como el que fue conocido como el “Caso de los desaparecidos”, dos muchachos que fueron asesinados por PTJ y lanzados a un rio y sus cuerpos aparecieron en el estado Apure, hasta allá fue Campos y el periodista Carlos Hernández en busca de la noticia.
La leyenda del reporterismo gráfico Josué Campos
Fueron muchas las noticias que Campos con su pericia y dedicación fueron plasmadas en el primer diario de Portuguesa, fueron muchos los premios que recibió, pero como él siempre me dijo ya que compartimos por muchos años el mismo laboratorio, ese donde los verdaderos reporteros gráficos comparten para exponer lo vivido en el día, ese que nos enseñaba a ser más responsable  con las gráficas que se tomaban para no perjudicar a nadie, allí me enseño muchas verdades de este trabajo. Allí en ese cuarto oscuro Campos era un verdadero maestro del negativo, hacia maravilla y lograba inmejorables fotografías. Fue por muchos años el reportero grafico que utilizaba el editor para las ya conocidas Ediciones Especiales, Campos es un fotógrafo muy meticuloso a la hora de hacer una toma, y en estos trabajos se necesitaba ese tipo de trabajo y Campos calaba a la perfección en lo que se buscaba para la edición.
Ya Josué Campos está en el retiro de su hogar en La Goajira, donde comparte sus últimos años con su esposa con la que ha luchado por muchos años. Rodeados de su otro amor, la pintura, esa que en los momentos de nostalgia agarra su paleta y sus oleos y comienza hacer trazaos de imaginación, uniendo colores, buscando la perfección de sus colores y lograr lo que con un abrir y cerrar de su objetivo capta en un segundo, una imagen, ya que la pintura es la primera fotografía que se conoció en el mundo y donde los grandes investigadores del arte fotográfico se dieron cuenta y comenzaron sus estudios para hacer la primera cámara y primeras imágenes fotográficas.
Miguel Dinapoli hace entrega a Josué Campos
Boton Klaus Oprescko
Rafael Roldan, Josué Campos, Ediver Cantillo,
Gerson Salvatiera y Mario Manzanares Directivos Seccional
Pepe Roldan entrega carnet CRGV a Josué Campos
La concejala Milagros Díaz impone la
 condecoración Ciudad de Acarigua a Josué Campos
En amena conversa con Mario Manzanares y Pascual Figueroa
Campos se refresca
Josué Campos, José Musso, Francisco Manzanares y
 Pepe Roldan  en la sede de la seccional
Josué Campos vivirá en el recuerdo de todos los que lo conocemos, su hablar fuerte, sin tapujos, ser el amigo sincero que muchos necesitan en un momento de dificultad hacen de Josué un hombre y un colega diferente, donde el este allí estará la sapiencia   de un hombre que nació y vivió para la fotografía.

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